REQUIEM RHEINBERGER 3. Ofertorium
Con siete años, Rheiberger ya era el organista de la iglesia parroquial de Vaduz, donde nació, y su primera composición se estrenó un año después. Fue un compositor prolífico: óperas, sinfonías y corales. Entre su música religiosa, destacan: 12 misas, 1 requiem y 1 Stabat Mater. Hoy es recordado, fundamentalmente, por sus elaboradas y difíciles composiciones para órgano.
Domine Jesu Christe, rex gloriae, libera animas omnium fidelium defunctorum, de poenis inferni et de profundo lacu. Libera eas de ore leonis; ne absorbeat eas tartarus ne cadant in obscurum, sed signifer sanctus Michael repraesentet eas in lucem sanctam, quam olim Abrahae promisisti et semini eius.
Señor Jesucristo, Rey de la gloria, libera a las almas de todos los fieles difuntos de las penas del infierno y de las profundidades del lago. Líbralas de la boca del león; que el abismo no las absorba, ni caigan en las tinieblas, pero haz que el abanderado San Miguel las conduzca hacia la Santa luz, que prometiste antaño a Abraham y a su descendencia.