ANGELUS AD VIRGINEM
Es una de las esas canciones medievales que se han venido cantando a lo largo de los tiempos y aun hoy sobrevive, siendo de hecho bastante popular.
La imagen anexa reproduce el manuscrito orginal irlandés, datado alrededor de 1360, en donde se recoge la melodía, la letra en latín y en la parte baja de la hoja la letra en inglés antiguo.
La canción cuenta la historia del Angel Gabriel visitando a la Virgen María, según la narración del evangelio de San Lucas, aunque no siguiendo literalmente el mismo.
Es curioso que aparece referido en "Los Cuentos de Canterbury" de Chaucer (hacia 1380) en concreto en el cuento del molinero, donde el joven Nicolás, el administrador de Oxford que engaña a su señor acostándose con su mujer a escondidas, canta "Ángelus ad Virginem" para entretenerse, "tan dulcemente que hacía resonar la estancia".
El arreglo de Sir. David Willcocks es particularmente alegre y sonoro, propio de un villancico popular, con una introducción de órgano que es respondida por el coro, primero las voces masculinas seguido de las femeninas en el segundo verso. En el tercer verso la voz de soprano canta delicadamente el texto, mientras el resto de las voces hacen un acompañamiento de fondo, para juntarse todas las voces en un forte en el cuarto y último verso.
Angelus ad Virginem Sub intrans in conclave,
Virginis formidinem Demulcens, inquit: Ave!
Ave regina virginum; Caeli terraeque Dominum
Concipies Et paries intacta Salutem hominum;
Tu porta caeli facta, Medela criminum.
Quomodo conciperem Quae virum non cognovi?
Qualiter infringerem Quod firma mente vovi?
Spiritus Sancti gratia Perficiet haec omnia;
Ne timeas, Sed gaudeas, secura
Quod castimonia Manebit in te pura Dei potentia.
Ad haec virgo nobilis Respondens inquit ei:
Ancilla sum humilis Omnipotentis Dei.
Tibi caelesti nuntio, Tanti secreti conscio,
Consentiens, Et cupiens videre
Factum quod audio; Parata sum parere, Dei consilio.
Eia mater Domini, Quae pacem redidisti
Angelis et homini, Cum Christum genuisti:
Tuum exora filium ut se nobis propitium
Exhibeat, Et deleat peccata:
Praestans auxilium Vita frui beata Post hoc exsilium
El ángel se apareció a la virgen en su casa y disipando sus temores le dijo:
- 'Salve reina de las vírgenes, el Señor de la Tierra y el Cielo te hará concebir
y llevar dentro de ti, casta, la salvación de los hombres;
has sido elegida para ser la puerta del cielo, la redentora del pecado'.
- '¿Cómo voy a a concebir un hijo si no tengo relación con varón alguno?
Y ¿cómo voy a romper lo que firmemente he prometido?''
- 'Por la gracia del Espíritu Santo todo esto será realizado.
No temas sino alégrate porque tu castidad permanecerá intacta por el poder de Dios.'
A lo que la noble virgen respondió y le dijo:
'Yo soy la humilde sierva de Dios todopoderoso.
Consiento en lo que has anunciado, mensajero celestial, acepto tan gran misterio,
y deseo ver realizado todo lo que me has dicho.
Estoy presta para obedecer la voluntad de Dios'.
Así pues, Oh Madre de Dios,
tú que trajiste de nuevo la paz a los hombres y los ángeles cuando diste a luz a Jesús,
ruega a tu hijo que derrame su misericordia sobre nosotros, borre nuestros pecados,
y nos lleve a la vida eterna después de este tiempo de exilio.