LA PUERTA VIOLETA
La Puerta Violeta de Rozalén pretende ser un canto de liberación, un himno contra la violencia de género y una metáfora poderosa del empoderamiento femenino. La protagonista se encuentra atrapada en una situación de abuso y opresión, representada por imágenes como “una mano en el cuello” y “una venda en los ojos”. La puerta violeta que dibuja en la pared simboliza una salida imaginaria hacia la libertad, la sanación y el renacimiento personal. Al cruzarla se despierta “en un prado verde muy lejos de aquí”, donde puede correr, gritar y reír: una representación de la recuperación de su autonomía y alegría de vivir. El color violeta está estrechamente vinculado al feminismo y a la lucha por la igualdad de género. En este contexto, la puerta violeta representa el paso hacia un mundo más justo, libre y seguro para las mujeres. Rozalén ha sido reconocida por su compromiso social y por visibilizar temas como el machismo, el abuso y la resiliencia femenina a través de su música. El videoclip, grabado en la Sierra del Segura tras un incendio, refuerza la metáfora del renacer desde las cenizas.
Hay un monstruo gris en la cocina
Que lo rompe todo
Que no para de gritar
Que con sutileza me impide respirar
Una venda me tapa los ojos
Puedo oler el miedo y se acerca
Tengo una culpa que me aprieta
Se posa en mis hombros y me cuesta andar
Y al entrar me liberé
Como se despliega la vela de un barco
Desperté en un prado verde muy lejos de aquí
Corrí, grité, reí
Sé lo que no quiero
Ahora estoy a salvo
Un árbol que no crece porque no es su lugar
Un castigo que se me impone
Un verso que me tacha y me anula
Tengo todo el cuerpo encadenado
Las manos agrietadas
Mil arrugas en la piel
Las fantasmas hablan en la nuca
Se reabre la herida y me sangra
Tengo la necesidad de girar la llave y no mirar atrás
Y al entrar me liberé
Como se despliega la vela de un barco
Desperté en un prado verde muy lejos de aquí
Corrí, grité, reí
Sé lo que no quiero
Ahora estoy a salvo
Y al entrar me liberé
Como se despliega la vela de un barco
Amanecí en un prado verde muy lejos de aquí
Corrí, grité, reí
Sé lo que no quiero
Ahora estoy a salvo