OJOS CLAROS SERENOS
Gutierre de Cetina (1520-1557) fue soldado y poeta. Este bello madrigal estaba dedicado a la condesa Laura Gonzaga, a la que dedica Cetina parte de su obra, y de la que apenas han perdurado más datos que el de que se casó con otro, no con el poeta. El poema a sus ojos ha tenido vida muchísimo más larga. Si no supiéramos que tiene casi cinco siglos, pensaríamos que podría haberse creado hoy mismo. Las penas de amor son intemporales.
Francisco Guerrero nació en Sevilla, y fue contemporáneo de las otras dos grandes figuras del Renacimiento musical español: Luis de Victoria y Cristóbal de Morales. Fue sacerdote y maestro de capilla de la catedral de Jaen. Entre sus obras podemos destacar 17 misas, 2 oficio de difuntos, 23 himnos, más de 100 motetes impresos y un ciclo de magnificats a la virgen María. Destacan también sus Canciones y villanescas espirituales. Algunas de sus composiciones están contenidas en el Cancionero de Medinaceli.
¿por qué, si me miráis, miráis airados?
Si cuanto más piadosos,más bellos parecéis a aquel que os mira,
no me miréis con ira,
porque no parezcáis menos hermosos.
¡Ay tormentos rabiosos!
Ojos claros, serenos,
ya que ansí me miráis, miradme al menos.