LA MURALLA
Aunque quien más ha contribuido a la popularidad en España de esta emblemática canción, han sido probablemente Ana Belén y Víctor Manuel, que la grabaron en 1976, la canción fue primeramente escrita y grabada en 1969 por el grupo folklórico Chileno QUILAPAYÚN sobre el conocido poema del cubano Nicolás Guillén.
A mediados de los años sesenta, los hermanos Julio y Eduardo Carrasco, junto a Julio Numhauser, montaron un trío cuyo fin era seguir las corrientes del folklore latinoamericano de una forma innovadora. En breve la formación se incrementaría hasta los ocho integrantes, y llegaría a contar incluso con la dirección artística de Víctor Jara.
Desde sus inicios, el grupo musical representó una posición de izquierda contestataria, y durante el gobierno de Salvador Allende se convirtieron en embajadores culturales de Chile.. El golpe de estado de Pinochet del 11 de septiembre de 1973 les cogió en Francia, lo que permitió que corrieran mejor suerte que la de otros artistas como Víctor Jara, asesinados por la dictadura. Se establecieron en Francia hasta que años después, con la recuperación de la democracia, y tras la escisión del grupo, una parte de sus miembros regresó a Chile en 1989.
El grupo QUILAPAYÚN publicó en 1969 su LP BASTA, en el que se incluía La muralla, junto con otras canciones también emblemáticas de la época, en cuanto papel de la música popular como bandera de renovación y llibertad, y con la que muchos nos identificamos durante nuestra vida de jóvenes universitarios o trabajadores: "A la mina no voy", "La Carta" de Violeta Parra, "Patrón" de Aníbal Sampayo, o Basta ya, de Atahualpa Yupanki.
No mucha gente sabe que el nombre "Quilapayún" significa "TRES BARBAS" en lengua mapuche (araucano), un pueblo amerindio que habita en Chile y Argentina
Poema de Nicolás Guillén
Para hacer esta muralla, tráiganme todas las manos:
Los negros, su manos negras, los blancos, sus blancas manos.
Ay, una muralla que vaya desde la playa hasta el monte,
desde el monte hasta la playa, bien, allá sobre el horizonte.
¡Tun, tun! - ¿Quién es? - Una rosa y un clavel...
¡Abre la muralla!
¡Tun, tun! - ¿Quién es? - El sable del coronel...
¡Cierra la muralla!
¡Tun, tun! - ¿Quién es? - La paloma y el laurel...
¡Abre la muralla!
¡Tun, tun! - ¿Quién es? - El alacrán y el ciempiés...
¡Cierra la muralla!
Al corazón del amigo, abre la muralla;
al veneno y al puñal, cierra la muralla;
al mirto y la yerbabuena, abre la muralla;
al diente de la serpiente, cierra la muralla;
al ruiseñor en la flor, abre la muralla...
Alcemos una muralla juntando todas las manos;
los negros, sus manos negras, los blancos, sus blancas manos.
Una muralla que vaya desde la playa hasta el monte,
desde el monte hasta la playa, bien, allá sobre el horizonte...