BEHOLD THAT START
Para la gran mayoría de las recién creadas iglesias pentecostales a lo largo de toda América del Norte a principios del siglo XX, el canto congregacional era un collage musical que formaba la parte troncal del culto, constituido principalmente a partir de himnos metodistas, bautistas y luteranos con canciones gospel de la época. Varias organizaciones religiosas produjeron sus propios himnos y cancioneros. De vez en cuando en estas congregaciones, los feligreses desarrollaban espontáneamente letras, melodías o composiciones completas durante sus servicios religiosos. Los textos rara vez se escribieron. A menudo se cantaban justo en ese momento como parte de la experiencia litúrgica. Con frecuencia la tradición oral conservó textos para la posteridad.
Thomas W. Talley fue un profesor universitario de química, de raza negra, y recolector de canciones del folklore afromericano. Talley comenzó a coleccionar canciones folclóricas negras rurales ya en la madurez. La primera colección se publicó en1922: Negro Folk Rhymes (Wise and Otherwise) y contenía 349 canciones folclóricas seculares y espirituales. El libro fue reconocido en su momento como una obra maestra en ese ámbito. El libro ha sido reeditado en 1991. Otras obras publicadas sobre música de Talley incluyen The Origin of Negro Traditions y A Systematic Chronology of Creation. La publicación de Negro Folk Rhymes marcó un punto de inflexión en el estudio de poemas afroamericanos.
Behold that star!
Behold that star up yonder!
Behold that star!
It is the star of Bethlehem.
There was no room found in the inn,
It is the star of Bethlehem,
For Him who was born free from sin.
It is the star of Bethlehem.
¡Mira esa estrella! ¡Contempla esa estrella allá arriba!
¡Mira esa estrella! Es la estrella de Belén.
No había lugar en la posada, Es la estrella de Belén,
Por Aquel que nació libre de pecado.
Es la estrella de Belén.