PESTIÑOS

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Los pestiños son un dulce tradicional español, muy antiguo, de origen árabe. Mucho más sano que la repostería industrial, y muy fácil de hacer, resultan muy bien tanto para casas con niños pequeños como para adultos de cualquier edad. Anímate a hacerlo y olvídate de la repostería de supermercado. Además, una vez hechos, duran bastantes días en una caja o en un tuper, en un estante de la despensa. No se conoce bien cuánto duran porque se suelen acabar rápidamente Sonrisa

 

Ingredientes para seis personas: 

- 1/2 Kg de harina de trigo
- 1/2 taza de azúcar (unos 120 gr)
- Zumo de dos naranjas
- Ralladura de limón
- 2 huevos
- 1 vaso pequeño de aceite de oliva virgen extra (unos 120 ml)
- 1 copa pequeña de vino blanco (unos 100 ml)
- Dos cucharadas de granos de anís
- Media barrita de canela en rama

Realización: 

En una cazuela pon el aceite a calentar, al mínimo de fuego, y echa la piel de medio limón y la piel de media naranja. Mantelo caliente, pero que no llegue a freir, durante un par de minutos. Luego añade los anises y el trozo de canela en rama y que esté un par de minutos más. Apaga el fuego y deja que se enfríe. Retira las pieles y en un mortero deposita los granos de anís y la rama de canela y machácalo hasta que la canela se haya quedado muy fragmentada.

Hazte con un bol grande y una cuchara de madera. Echa la harina y el azúcar. Bate ligeramente los huevos en un plato y añádelo al bol, junto con el zumo de naranja y el vino blanco. Remueve bien con la cuchara para que se mezcle todo con el harina. Ralla encima la piel que quedó en el limón. Añade el aceite, y el machadado del mortero. Revuelve para que se homogenice la mezcla.

Lo normal, a estas alturas, es que la mezcla se pegue a las paredes del bol y a la cuchara. Limpia bien la encimera de la cocina y espolvorea un poco de harina enciama. Vierte la mezcla y rebaña con la cuchara para que caiga todo sobre la encimera.

Y ahora viene lo más divertido, para que te pillen "con las manos en la masa". Ve removiendo la masa y añadiendo poco a poco harina hasta que consigas que quede una masa suave y no se pegue a las manos (ni a la encimera) Normalmente no hay que añadir mucha harina. Solo un poco. Y tampoco hay que entretenerse mucho amasando. No más de un par de minutos.

Al final tendrás una bola achatada que no se pegua. Es el momento de coger el rodillo de madera y estirar la masa sobre la encimera de modo que quede una superficie muy fina (lo ideal es que tenga dos o tres milímetros de grosor) Será bastante más cómodo si en lugar de hacerlo de una vez con toda la bola de masa, lo haces en varias tandas, para que no necesites demasiada superficie de encimera.

Pues bien, llegados a este punto, con un cuchillo partes la lámina de masa en trozos cuadrados de unos 8 o 10 cm aproximadamente, y en cada cuadrado juntas al centro dos esquinas opuestas, para darle la forma típica del pestiño.

Ahora ya solo queda poner en una sartén grande abundante aceite de oliva virgen extra y a medio fuego. Cuando esté caliente vas echando los pestiños, con cuidado de darles la vuelta en cuanto se vayan poniendo dorados, teniendo la precaución de que no se quemen. Si tienden a quemarse convendrá reducir el fuego. Vete sacándolos de uno en uno con unas pinzas, colocándolos en una fuente e inmediatamente espolvorea por encima azucar blanco.